martes, 1 de septiembre de 2009

Cortazar y Pizarnik

Cuántas veces me pregunto si esto no será más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos. (...)Del sí al no ¿cuántos quizá? Todo es escritura, es decir fábula. ¿Pero de qué nos sirve la verdad que tranquiliza al propietario honesto? Nuestra verdad posible tiene que ser invención, es decir escritura, literatura, pintura, escultura, agricultura, piscicultura, todas las turas de este mundo. (...) la sociedad, una tura, el amor pura tura, la belleza tura de turas.

Caminar por las noches de nuestra vida con la obediencia de la sangre en su circuito ciego.

Morelli pensaba que el tornillo debía ser otra cosa, un dios o algo así. Solución demasiado fácil. Quizá el error estuviera en aceptar que ese objeto era un tornillo por el hecho de que tenía la forma de un tornillo. (...) A lo mejor el napolitano era un idiota pero también pudo ser el inventor de un mundo. Del tornillo a un ojo, de un ojo a una estrella... ¿Por qué entregarse a la Gran Costumbre?

Así es como (...) Nos arde un fuego inventado, una incandescente tura, un artilugio de la raza, una ciudad que es el Gran Tornillo, una aguja con su ojo nocturno por donde corre el hilo del Sena, máquina de torturas como puntillas, agonía en una jaula atestada de golondrinas Ardemos en nuestra obra, fabuloso honor mortal, alto desafío del fénix. Nadie nos curará del fuego sordo, fuego sin color que corre al anochecer (...)
Incurables, perfectamente incurables, elegimos por tura el Gran Tornillo, nos inclinamos sobre él, entramos en él, volvemos a inventarlo cada día, a cada mancha de vino en el mantel, a cada beso.

(...) inventamos nuestro incendio, ardemos de dentro afuera, quizá eso sea la elección, quizá las palabras envuelvan esto como la servilleta el pan, y dentro esté la fragancia, la harina esponjándose, el sí sin el no (...) de una vez por todas y en paz y basta.

(Cortázar. Rayuela. cap 147 )


Éstas son las versiones que nos propone:
un agujero, una pared que tiembla...

Memoria iluminada, galería donde vaga
la sombra de lo que espero. No es verdad
que vendrá. No es verdad que no vendrá.


ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada.

Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome.


Como un poema enterado
del silencio de las cosas
hablas para no verme.

(Lo que le sigue a Cortázar)
Poemas de Arbol de Diana"
Alejandra Pizarnik

No hay comentarios:

Publicar un comentario